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La presión efectiva del SCRATS ante el MAGRAMA servil

Conforme a lo publicado por el diario La Verdad («El Ministerio aplaca a los regantes con una permuta de agua subvencionada», 5/7/2016), el SCRATS (Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura) ha llegado a un acuerdo con el MAGRAMA (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) para desatascar la cesión/concesión/permuta extraordinaria de 25 hm³, por la que se pedía un aval importante ante las dudas razonables de que hubiera intención real de devolver el agua cuando se requisiera (véase la entrada «El SCRATS genera desconfianza, pero mantiene influencia»). La solución planteada es una nueva subvención a favor del SCRATS.

Esquemáticamente la situación es:

No se buscan soluciones, sino las maneras de contentar al SCRATS, con la esperanza de que en un futuro cercano las aportaciones de la cabecera del Tajo sean de abundancia y se pueda trasvasar más ─que no se ha de confundir como una mejora para el Tajo─. Hace un año se llegó al acuerdo excepcional de subvencionar el agua desalada para el riego, subvención que se propone mantener para poder devolver el agua «prestada» por la cuenca del Segura, siendo un precedente para el futuro. Esta dádiva se añade a otras, como las subvenciones encubiertas del agua trasvasada (véase la entrada «Las trece subvenciones encubiertas del Trasvase Tajo-Segura y un epílogo imposible»), las infraestructuras realizadas al amparo del decreto de sequía o los recursos adicionales movilizados.

No hay interés en resolver el problema del trasvase y del regadío del Sureste. Las medidas que se adoptan son parches. No importa destrozar más el Tajo, o gastar partidas presupuestarias en un escenario restrictivo, con tal de calmar al SCRATS a corto plazo. Con la certeza de que en el futuro, sea cual sea la situación, exigirá más.

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