Se está terminando el mes de julio, con la expectativa de que se empiece el mes de agosto en nivel 3 de las reglas de explotación del Trasvase Tajo-Segura. De ser así, el nuevo equipo formado por el flamante Director General del Agua, el Secretario de Estado de medio Ambiente y la Ministra del tránsito tendrá que tomar una decisión de trasvase. ¿7,5 hm³ para abastecimiento, el mínimo que marca la Ley? ¿El máximo, 20 hm³? ¿Algo intermedio? El caso es que van a tener que tomar una decisión, que les obligará a salir del caparazón.

Pero ya está el SCRATS calentando el ambiente. Con titulares como “No hay razones para pensar que no haya un nuevo trasvase en agosto” (La Opinión de Murcia, 19/7/2018), o el artículo de opinión de Manuel Buitrago en La Verdad (22/7/2018), en la que expresa la opinión del SCRATS: «técnicamente no ven motivos para que el Ministerio no autorice 20 hectómetros cúbicos en agosto y otros tantos en septiembre», «piensan convocar al Círculo por el Agua (…) el próximo lunes 30 para lanzar un aviso al Gobierno socialista, días antes de que vuelva a reunirse la Comisión de Explotación» o «los regantes no dudarán en movilizarse los próximos meses si el Ministerio es cicatero con los trasvases».

Están avisando. Es de esperar que estas llamadas de atención se intensifiquen los próximos días. ¿Qué decisión va a tomar el triunvirato del Ministerio? ¿Reducirán los trasvases en nivel 3, como parecía insinuarse en la nota de prensa del último trasvase aprobado, para reducir riesgos de volver al nivel 4? ¿Se plegarán a lo que quiera el SCRATS, siguiendo el ejemplo de su jefe en su visita de abril a Murcia ─vid «El trasvase Tajo-Segura, ejemplo de hecho consumado»─? La decisión nos parece clara, aunque siempre hay incertidumbre o esperanza hasta que no pite el árbitro. En unos días se sabrá.