En el titular «El año hidrológico se cierra con precipitaciones un 142% por encima de lo habitual» (La Verdad, 4/9/2020) se sobreentiende la existencia de una «precipitación habitual». ¿Existe ese concepto? El caso es que entrando en la web de AEMET nos dan «valores normales» de la precipitación:
Ahora bien, si observamos una serie temporal, como por ejemplo las precipitaciones anuales en la Región de Murcia obtenida de la publicación «Comportamiento de las precipitaciones en España y periodos de sequía (periodo 1961-2018)» (AEMET, 2020), observamos que los valores de la precipitación de un año a otro están variando continuamente, sin distinguirse un valor habitual:
En esta gráfica se dibuja el valor medio, que corresponde al «valor normal» de la figura anterior o al «valor habitual» que se indica en la noticia. Sin embargo, lo normal o habitual es que los valores sean superiores o inferiores al valor medio. ¿No estamos distorsionando la esencia del ciclo hidrológico cuando asociamos los valores medios con la normalidad o habitualidad? ¿No es una forma de «vivir habitualmente en la excepción» y de facilitar la adopción reiterada de medidas excepcionales?
Haciendo un juego de palabras, reducir la complejidad del ciclo hidrológico, o de la gestión del agua, a los valores medios es el camino a la mediocridad.
